Tanto los gatos como los perros son animales domésticos, y pueden convivir con los nosotros bajo el mismo techo e incluso cualquiera de los do puede aprender hábitos iguales; cada vez que me acerco a la nevera mis gatos y mi perro esperan atentos a ver a quien le cae una miga de pavo…. Pero además, tener un pero o un gato en casa y sobre todo, acariciarlos, nos quita el estrés, nos hace más felices.